El Ayuntamiento de Santo Domingo Este conmemoró este miércoles, el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, donde también se le rindió honor a las hermanas Mirabal y a Hebe de Bonafini.

Durante un emotivo acto en la explanada donde asistieron directores, encargados de departamentos y colaboradores del Ayuntamiento, el alcalde Manuel Jiménez destacó que se debe realzar la consigna “memoria contra el olvido”, para recordar que los actos violentos del pasado no se repitan.

“Esto es lo que nuestro Gobierno local está obligado a hacer si quiere cumplir con todas sus promesas de crear ciudadanos comprometidos; vinimos a gobernar la ciudad, pero tenemos que crear ciudadanos sabios y conocedores”, expresó Jiménez.

El funcionario municipal dijo que se deben aunar los esfuerzos para recordar la labor de estas heroínas contra el maltrato de la mujer.

Añadió, también que: “Los 25 de noviembre y el 8 de marzo, estas fechas memoriales de la historia de la lucha de la mujer y de los crímenes contra de la mujer, son fechas para aprender (…) mientras más sabemos mejor servimos”.

En tanto, Angela Henríquez, vicealcaldesa del municipio, manifestó que desde las más altas instancias se debe fomentar la erradicación de todo tipo de violencia.

“A diario las mujeres sufren de maltrato, asesinato, vejámenes y humillaciones, esas son las formas que muchas veces no dejan marcas en nuestro cuerpo, pero sí nos afectan y dejan daños colaterales de por vida”, subrayó.

25 de noviembre

Cada 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer para denunciar la violencia que se ejerce sobre las mujeres en todo el mundo y reclamar políticas en todos los países para su erradicación. La convocatoria fue iniciada por el movimiento feminista latinoamericano en 1981, para recordar la fecha en la que fueron asesinadas, en 1960, las tres hermanas Mirabal (Patria, Minerva y María Teresa), en la República Dominicana.

Hebe de Bonafini

Fue una activista argentina que impulsó la erradicación de la violencia con la conformación de una organización de madres de detenidos desaparecidos durante la última dictadura cívico-militar, que gobernó Argentina entre 1976 y 1983.

Falleció el 20 de noviembre pasado a los 93 años de edad, dejando un legado de lucha y resistencia que, junto a otras madres como ella, convirtió a Madres de Plaza de Mayo y sus pañuelos blancos en uno de los más importantes símbolos de justicia y memoria histórica del mundo.